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23/01/07

A Chik Corea Trio night


Pocas veces uno tiene oportunidad de ver u oír música que quede “instalada” en el soundtrack de tu vida, ¿qué quiero decir con ésto?: el soundtrack de tu vida es esa música que marcó un momento determinado, todos tenemos alguna canción que aún sin conocer el nombre o el autor, al oírla uno se transporta instantáneamente a ese momento.

Me viene a la mente por ejemplo, las noches en el famoso antro el “renas” o Renacuajos, estar rockeando literalmente agitando la melena con “Entre dos tierras” de Héroes del Silencio, o la famosa ”Coincidir” (que me trae recuerdos especiales, no la de fernando delgadillo obviamente..puaghh); pero recuerdo en especial una canción de Inner Circle, ese grupo de reggae que se volvió famoso por la canción “Sweat”, si la del corito (A la la la la long), cada vez que oigo esa canción me trae a la mente una decepción amorosa, recuerdo estar en mi época de bachiller, si, así es, camisa de seda estampada y jeans guess pascal, (si, esos con la bolsita de triángulo en un costado...jaja). Recuerdo estar emocionado por una chica, había fiesta y ella iba a estar ahí, por supuesto era en el famoso Robin Club, ahora El muro, al ir entrando lo primero que oigo es A La la la la long… la rola no me parecía del todo mala (pegajosa hasta la madre), de pronto volteo a la pista y veo a la chica en cuestión bailando apasionadamente con otro tipo, que por azares del destino, esa noche resultó ser su novio, por lo que esa canción dejó en mí una especie de cicatriz mental y sentimental que hace que ahora sienta una especie de aversión por ella, una clase de tortura parecida a la que experimentaba el tipo de naranja mecánica al oír la novena de Beethoven.

Pero no todo el soundtrack de mi vida es decepción, hace poco tuve la oportunidad de ver a tres de los mejores jazzistas del mundo haciendo un jamm session o un gig, como prefieran llamarle; era el festival anual de Jazz la Universidad del Norte de Dallas, en el Intercontinental Hotel, lo encontramos por casualidad pero el repertorio era de lujo: Chick Corea en el piano (famoso pianista que tocó al lado de el icono del jazz, Miles Davis, en la obra maestra del mismo llamada Kind of Blue, la cual recomiendo ampliamente), el bajista Christian Macbride (hijo de jazzistas y colaborador de muchos otros, un verdadero prodigio del contrabajo) y Barry Altschul, otro prodigio en la batería.
La noche prometía (aparte de vender cerveza, claro, a precio de primer mundo), el show empezó con grupos de algunos alumnos de la Universidad de la Carrera de Jazz, unos verdaderos talentos, desde Big Bands hasta pequeños tríos conformados por chavitos de no más de 17 años, y entonces el gran momento empezó, salió el famoso trío, Chick en una especie de traje de manta (tipo Tizoc) que supongo era de lana, al verlo me pareció que había engordado unos 40 kilos, el bajista, MacBride un negro de 2 metros que hacía parecer el contrabajo como un pequeño instrumento, el baterista Barry Altschul era el mas pequeño a comparación de sus compañeros pero el mas jovial, supongo que por el ejercicio de retumbar las baquetas. Empezaron con uno de los mejores conciertos de los cuales he tenido el placer de escuchar; tocó algunas de sus melodías mas famosas: Brasilia, Say It Again, Zoot Suit, a veces interrumpidas por los múltiples solos de sus respectivos y prodigiosos compañeros, seguidos de aplausos de parte de el público presente, casi al terminar sucedió algo que pocas veces he tenido el gusto de presenciar, la unión e interacción verdadera de los asistentes con el famoso pianista, empezó tocando unos acordes con el piano y enseguida el público los tarareaba, y sucesivamente el nivel de dificultad se fue incrementando así como la cantidad de gente que participaba, hasta hacer que todo el auditorio salón del Intercontinental Hotel retumbara y terminara en un mar de aplausos y espectadores de pie; al platicarlo lo recuerdo y literalmente se me pone la carne de gallina, se despidieron y salieron del escenario rápidamente, lo que daba pie a pensar que si aplaudíamos lo suficiente saldrían de nuevo a tocar una mas, y así fue, salieron de nuevo uno por uno y nos deleitaron con la famosa Spain, para finalizar, la gente terminó de pie y aplaudiendo por un buen rato, creo que al oír de nuevo Spain varios recuerdos vienen a mi mente otra vez, la noche, los amigos, cerveza, jazz… pero fue particularmente esa pieza la que quedó instalada para siempre en el soundtrack de mi vida.

2 comentarios:

LVOA dijo...

ke onda Rafira felicidades por tu blog, esta muy completillo, y hay cosas interesantes...luego lo leo todo!

monni dijo...

cosas muy chidas por aqui t digoo, hombre d mundo!!! holas, pss creo q con la d cosmopolitan podrás recordar el día en q salvast a una mujer d estar bailando sola y moviendo los hombros en un rincón del lugar q aunq tan ausentado d gent, semiambientado, ahora puedo decir q tengo un nuevo amigo, hihi un gusto!! y gracias!!