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29/01/09

La nueva Era del Vinyl

El otro día leía un artículo que hablaba sobre las ventas de los formatos musicales en estos tiempos de crisis, del cómo se han disparado las ventas de vinyles y de cómo han caído las ventas de los CD’s. Anteriormente había comentado lo bueno que es la era del MP3, porque debido a la facilidad de la red escuchas discos con los que jamás te toparías en nuestra ciudad y aunque músicos y disqueras se quejen de esto, todos ellos seguirán creando música.

La diferencia será que ahora tendrán que vivir de dar conciertos, de la venta de mercancía y en un menor grado de la venta de discos, dejando la polémica de lado (y vaya que la hay).

Lo que más me llamó la atención era las ventas de vinyles llegando a 1.6 millones, aumentaron un 60% en relación con el año pasado, lo cual es bastante para un formato relativamente muerto, las disqueras se dieron cuenta de eso y volvieron a re-lanzar discos como Pet Sounds de los Beach Boys o la discografía de los Doors.

En mi casa aun conservo un modular que mis padres nos regalaron a mí y a mis hermanos en la navidad del ‘93 (junto con el CD Vulgar Display de Pantera, oh! agradable sorpresa), en este modular toco de vez en cuando vinyles, inclusive conservo algunos de Jimi Hendrix y Esquivel pertenecientes a mi madre y conozco gente que tiene una gran colección de buenos vinyles (Saúl Kaldi por ejemplo). En una visita a NY por recomendación de mi amiga Eva entre a una tienda llamada Bleecker Records que se encuentra en la calle del mismo nombre; esta tienda se especializa en vender mercancía relacionada con la música y en su sótano se dedica a vender miles de vinyles.

Hablando con el dueño me comentó que los vinyles se siguen vendiendo; pude comprar algunos clásicos como The Sidewinder de Lee Morgan, Cookin’ de Miles Davis, y más tarde en la estación del metro me encontré con una tienda de música latina y compre el álbum Acid de Ray Barreto. Debo decir que la gente está buscando este formato de nuevo, ya sea por romanticismo o sea el simple hecho de tener algo diferente. Hace algunos meses tuve la oportunidad de ir a un concierto de Beck y compre el vinyl de Modern Guilt (sin saber en realidad porque, si lo tenía en MP3) pude constatar que la gente compraba mas el LP que el CD, la razón podría ser que la portada minimalista de este disco se aprecia mucho mejor en formato más grande y el vinyl por ser de 180 gramos, se escucha mucho mejor.

En mi opinión considero los vinyles como objetos de colección vintage (definición de gusto por lo antiguo o de colección), podría ser el hecho de que solamente me gusta su sonido, me gusta su fidelidad (que es bastante superior a la de un MP3) y también sus covers (tapas?), pero al final tal vez solo sea el hecho de tener que dedicarle realmente un espacio de tiempo a escuchar solamente ese álbum, así que arrepiéntanse todos los que algún día tiraron los vinyles de sus padres a la basura.