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29/01/10

American Hardcore



por: Rafael A. Revilla.

facebook.com/rafastarix


Últimamente en la revista FUSION, he visto que algunos colaboradores han estado recordando viejas épocas, alguno escribió acerca de la escena metalera, otro de la escena musical “under” de Juárez, pero alguna vez recuerdan la época donde el punk y el hardcore era lo que estaba de moda, ¿no recuerdan la época en donde todos queríamos tener botas Dr. Martin?, todos escuchábamos a bandas como Bad Religion y Pennywise, íbamos al Warped Tour sin fallar año con año, aun recuerdo ese maravilloso Warped Tour en el Coliseo de El Paso, donde por unos segundos agarre el bajo de Fat Mike, vocalista de NOFX, hasta que una turba de gente, me lo arrebato y solo me quede con el dolor por haberme agarrado de la cuerda del bajo, que obviamente se rompió y me lacero la mano.

Al poner Punk-Hardcore en el buscador de mi computadora, aparece lo siguiente: música que se caracteriza por suponer la evolución de los aspectos más enérgicos del punk, los tempos y compases son rápidos, a ritmos de baterías veloces y agresivos, las líneas de guitarras ejecutadas velozmente y con pocos arreglos, amplificadas con un sonido de distorsión, el bajo por lo general hace la misma nota del acorde de la guitarra (sin escalas, ocasionalmente con octavas), la voz es casi gritada, rápida y las canciones suelen ser cortas. No podría estar más de acuerdo con la definición, pero el Punk-Hardcore es mucho más que esto.

Hace mucho tiempo atrás me tope con un documental llamado American Hardcore (2006), básicamente trata de los inicios del Punk Rock y del sub-genero llamado Punk-Hardcore, desde que lo vi por primera vez, siempre había querido escribir algo acerca de este, el documental está realmente bien hecho y ha recibido varios premios desde que vio la luz en el 2006, desde el principio el film te atrapa, comenzando con una de mis canciones favoritas: “Pay To Cum” de la grandiosa banda de Hardcore-Reggae: Bad Brains. La película se sitúa en la época Post-Reagan, en donde todo era crisis, miedo a la autoridad y represión por parte de las autoridades (¿les resulta familiar?), en todo este caldero de eventos surge el Punk-Hardcore. El Punk de los Ramones y los Sex Pistols había quedado atrás, en este género existían personas que no encajaba en la época disco y tampoco en el soft-rock, de las bandas tipo Boston o The Carpenters, como lo expone el documental, a los seguidores del Hardcore, no les interesaba encajar, ni tampoco les interesaba atraer personas a su grupo, las grabaciones, los discos, las calcas, los flyers, eran “Do It Yourself”, que básicamente es la premisa de “hacerlo uno mismo”, este lema se volvió a poner de moda actualmente, pero ahora se le llama “Independiente”, bajo la premisa D.I.Y, surgieron muchos excelentes grupos como: Bad Brains, Black Flag, Minor Threat, todos ellos nacieron con esa mentalidad, y hoy por hoy, aun quedan disqueras que se niegan a ser absorbidas por una disquera mayor, como es el caso de Dischord Records, famoso sello creado por Ian MacKaye, vocalista de la banda Minor Threath, ahora con la banda de culto, Fugazi. Entre estos sellos discográficos, también está SST Records, que fundó Greg Ginn, guitarrista de Black Flag y que promovió bandas tan importantes en los 90’s como: Sonic Youth, Dinosaur Jr. Hüsker Dü, y una de mis bandas favoritas, Minutemen.

El documental fue dirigido por Paul Rachman, escrito por Steven Blush y esta basado en su libro American Hardcore: A Tribal History, si ustedes como yo, vivieron la nueva ola del Punk con bandas como Rancid, Pennywise, Bad Religion y NOFX, tienen que ver esta película, que da honor a las bandas precursoras de este género: D.R.I, Suicidal Tendencies, T.S.O.L, Circle Jerks, Dead Kennedys y otras grandes agrupaciones. El documental incluye entrevistas con la mayoría de los exponentes del genero, como Henry Rollins, Brett Gurewitz de Bad Religion, Mike Watt de Minutemen, Moby (aunque no lo crean, anteriormente tocaba en una banda de Hardcore), Flea de los Red Hot Chili Peppers, entre muchos otros.

Haciendo remembranza, aun recuerdo esas batallas en el Mosh Pit, probando quien se caía o quien recibía el primer codazo en la cara, aun tengo las cicatrices de alguna que otra batalla, y algún diente que alguna vez estuvo semi-flojo, por un cabezazo en el slam, la gente se pregunta porque la multitud empieza a bailar y a saltar con alguna canción de hardcore, pero la muchedumbre no tiene la culpa, es el ritmo el que se acelera, se escucha y uno sabe que el compás va a cambiar, y la gente también, todos aguardan hasta que bang!!, se dispara el ritmo y la gente quiere volverse loca al oír la música, que es tan explosiva que es imposible contenerse, al ver el filme me quedaron ganas de escuchar algunos discos que aun poseo y poner alguna canción de la banda Minor Threat, con la que siento las misma adrenalina, y ganas de saltar, que alguna vez sentí en la mitad de un concierto, con la gente alrededor de mi empujándose y esquivando codazos.

sonyclassics.com/americanhardcore






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